En un mundo digitalizado como en el que estamos, no se nos debería de hacer extraña la idea de poder votar de manera online, a pesar de ello sigue habiendo cierta reticencia en la ciudadanía a confiar su voto y por ende su decisión a un sistema tecnológico pero la modernización del sistema electoral es un proceso que se ha de pasar para una mayor participación y una mayor accesibilidad por parte de los votantes a ejercer su derecho a voto.
Las preocupaciones básicas de emplear este sistema de voto no son diferentes a las que había cuando empezaron las compras online, la fiabilidad de internet, la seguridad de los datos y la exposición de las cuentas bancarias a los piratas cibernéticos. Pero si se ha conseguido avanzar en ese campo y con una recogida de datos un poco más privada como son los datos bancarios, ¿Por qué no hacerlo para votar de manera online sin coste alguno? El voto electrónico, es el mejor aliado para unos procesos electorales más eficientes, transparentes e inclusivos, además de crear plataformas para votar más rápido lo que aseguran la inmediatez de los resultados y la facilidad de la gestión a la que el usuario se ha de presentar.
El miedo a lo desconocido siempre es un enemigo para la innovación pero la transparencia, facilidad, la inmutabilidad de los datos y los cifrados de alta seguridad deber ser razones suficientes para dar un gran voto de confianza a este sistema de votación.
¿Cómo estoy seguro/a de que mis datos no los van a piratear y que realmente funciona?
Como en el caso de las compras online, nuestro sistema de voto en remoto también cuenta con las garantías para la identificación y autentificación del usuario, asegurando así el voto emitido y el anonimato de los datos del votante.
¿Cómo sé que los votos no se van a manipular?
Bien es cierto que, en la etapa actual de la tecnología de la información, no existe garantía de que una plataforma no pueda ser manipulada, pero para ello existen programas de encriptación avanzada y profesionales especializados que mantendrán el sistema de votación libre de alteraciones de terceros. Por ello sólo los votantes debidamente acreditados son capaces de ejercer el voto después de que su identidad sea corroborada (por ejemplo, usando un NIP -Número de Identificación Personal, una firma digital o reconocimiento facial a través de una fotografía instantánea), al tiempo que se verifica que tenga derecho al voto. Para evitar que se vote en repetidas ocasiones, o cualquier otro tipo de fraude, existe un registro y un revisado meticuloso y eficiente de todo el proceso para preservar el sentido del voto.
En el caso de Appsamblea, se utiliza la tecnología Blockchain, la cual asegura que una vez emitido el voto este no se puede modificar, garantizando la inmutabilidad de los resultados y la seguridad de las votaciones online.